
Todos esos pibes en la calle, buscan. Entre los desperdicios que los pudientes tienen capacidad de desperdiciar, buscan. Entre las tripas metálicas de la maquinaria social que los mastica, buscan. Entre la basura y el desamparo, buscan.
Rodeados de puertas cerradas, las puertas cerradas del futuro digno, las puertas cerradas del te quiero pibe, las puertas cerradas del te doy la mano, las puertas cerradas del tomá un cachito, las puertas cerradas del vení conmigo. Rodeados de puertas cerradas buscan las llaves que las abra. Hasta esa delicadeza tienen, la delicadeza de buscar una llave que las abra cuando dan ganas de abrirlas para siempre a las patadas.
Si, deberíamos preguntarnos continuamente que hacen todos esos pibes en la calle y la respuesta no debería ser obvia, debería ser cuanto menos inquietante, cuanto menos diaria, cuanto menos movilizadora, o cuanto menos una llave.
Buscan, claro, porque se supone que el que busca, debería encontrar.
Bello, muy bello este nuevo blog
ResponderEliminarConfucio dijo que cada cosa tiene su belleza, pero que no todos pueden verla. Yo le agradezco que sea de los que pueden ver, Número Uno.
ResponderEliminarEl texto lo había leìdo en otro de tus espacios, pero no está de màs releerlo una y otra vez cuando hay demasiados chicos esperando encontrar. Y, la ilustración, como siempre, una blleza.
ResponderEliminarEstaba tratando de recopilar con cierto orden cronológico algunos textos de las series "Cuento Alimento" y "Los vuelos rasantes del ángel delator", pero me parece que el desorden, como casi siempre, me va a ganar el intento, Anais, aún así me queda claro que el orden de los factores no altera el resultado y que la intención es lo que vale. Una vez Jueves le preguntó a Robinson Sosa en que orden de prioridades colocaba las necesidades básicas de su vida -Salud, dinero y amor, en ese orden- contestó Robinsón rápidamente, pero después de reflexionar unos segundos agregó -en ese orden o en ese completo desorden-.
ResponderEliminarGüena salú y malos istintos, diría usted.
Mi estimado Amigo, el Orden es lo de menos. No olvide que, en el origen, fue KAOS. KOSMOS vino mucho después, cuando los amigos de Zeus empezaron a meter su cuchara molesta y esas cosas. Pero, el origen, fue KAOS.
ResponderEliminarGüena salú y malos istintos, Tomi.
Bueno...si usted dice que el orden es lo de menos, Anais, puedo ir tranquilo a dar un paseo por la playa...hasta luego...me voy a poner las sandalias, las tengo en la heladera.
ResponderEliminar